“Opus Habana”: rendir tributo a nuestra ciudad

Por: Yoel Lugones Vázquez
Fotos: Alexis Rodríguez

Al número 52 llega la revista de la Oficina del Historiador de la Ciudad, “Opus Habana”, el cual fue presentado en la Calle de Madera, del Centro Histórico habanero, por el Doctor Eusebio Leal Spengler.

Como bien expresó el Historiador, justo en un espacio que está rodeado de importantes instituciones que atesoran grandes valores patrimoniales – el Museo de la Ciudad; el Centro para la Interpretación de las Relaciones Culturales Cuba-Europa; el Castillo de la Real Fuerza, contentivo de una colección impresionante de arqueología submarina –, tuvo lugar este acontecimiento cultural.

“Todo lo que quisiéramos publicar y colocar en la revista es poco con relación a lo que se ha hecho a lo largo de los años en este afán de la restauración de La Habana”, apuntó Leal ante un numeroso público. “Por ejemplo – continuó –, el rescate de todo el patrimonio bibliográfico que la Oficina hoy posee; el patrimonio de su Fototeca, el de su biblioteca principal y de las activas que están en su entorno y que ha creado o fundado; los edificios que han sido restaurados”.

Para Leal, “La Habana es una ciudad que no necesita ponderación para exaltar los valores que ella posee. Es una ciudad simbólica por muchas razones; un lugar de encuentro en medio de lo que llamamos el Mediterráneo americano. Casi todo lo que ocurrió de importante en el continente hasta hoy ha tenido como un punto de referencia, en gran medida, La Habana”. Es por eso que para rendirle tributo, para reverenciarla, y más cuando está próxima a cumplir su aniversario 500, nunca son suficientes los esfuerzos. La Oficina del Historiador está, entre otros proyectos, preparando un sistema de publicaciones que saludarán este onomástico, y una de ellas es precisamente “Opus Habana”.

Por tal motivo, la revista cuenta con un dossier especial dedicado a espacios y personalidades emblemáticos de la urbe. Así, en un primer apartado, pueden hallarse artículos referidos al lugar fundacional, el Templete; al autor de las pinturas que allí se encuentran, Juan Bautista Vermay – precisamente uno de sus lienzos expuestos en el Templete, momento que recuerda el instante fundacional de la urbe capitalina, es portada de este número,–; al Cementerio de Espada – el primer cementerio general de La Habana –; a Juan de Rojas –hidalgo español cuyo protagonismo fue esencial en la fundación de nuestra villa –, entre otros temas. El también director de la Red de Oficinas del Conservador y del Historiador de la Isla anunció que esta nueva entrega está dedicada al 200 aniversario de la fundación de la Academia de Bellas Artes “San Alejandro”.

Posteriormente, un artículo bien especial – que continúa la línea de destacar el papel de la mujer en los distintos órdenes de la cultura, al decir del Historiador – se dedica a Raida Mara Surárez en la sección “Entre cubanos”. Como bien la califica Leal en las primeras páginas de este número 52, ella fue “colaboradora reflexiva y, al mismo tiempo, impetuosa” y “quien asumió sin reparos, en años difíciles, la conducción del patrimonio Cultural de nuestra Oficina”.
Raida Mara – quien asistió a la presentación y agradeció por este gesto de publicarse una entrevista suya–, “siempre ha querido permanecer no en la sombra – porque nunca ha estado –, pero sí con ese velo de discreción que caracteriza su forma de ser y de pensar”, al decir de Leal.

Asimismo, el Historiador hizo un recorrido por los diversos escritos que pueden disfrutarse en esta “Opus Habana”. Entre ellos, los dedicados a la Quinta de los Molinos, “pulmón verde de la ciudad” y “cuartel general, una vez, del Ejército Libertador de Cuba”; al patrimonio ferroviario, del cual algunos de sus exponentes se exhiben en el Centro Histórico de La Habana; a la historia de los cuadros “Peregrinos del Mayflower” y “Hernán Cortés quemando sus naves”, expuestos en el Palacio del Segundo Cabo; y una aproximación a los trabajos publicados por la destacada musicóloga Miriam Escudero en la revista, así como por otros artículos que enaltecen el patrimonio musical de la Isla. Para finalizar, el habitual breviario, que registra lo más reciente del acontecer cultural y social de la parte más antigua de la ciudad.

Con un peregrinaje al Templete concluyó esta presentación de una revista que se distingue por la perfecta simbiosis entre contenido y diseño, pero que sobre todo continúa en el perenne camino de rendir tributo a La Habana y a la obra rehabilitadora de la Oficina del Historiador.

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