“Opus Habana”: compromiso con la gran obra de restauración

marzo 14, 2013

Por: Yoel Lugones Vázquez

Fotos: Néstor Martí

Gracias también a la letra impresa, la labor socio-cultural que se gesta desde la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana ha quedado registrada, para el presente y también para el futuro. Eso ha sido posible debido a una revista como “Opus Habana”, encargada, además, de enaltecer los más autóctonos valores identitarios de la Isla – manera igualmente trascendental para promover y, por qué no, fomentar la conservación y defensa de nuestro patrimonio, en su más amplio sentido.
Siempre la publicación de cada nuevo número de “Opus…” es muy esperada por sus seguidores y por todos aquellos que buscan en la lectura una savia nutriente, máxima que aunque harto repetida no deja de tener certera significación.
En la tarde de este miércoles 13 de marzo, en el Aula Magna del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana, fue presentado por el Doctor Eusebio Leal Spengler, el más reciente número de esta revista de la Oficina del Historiador de la Ciudad – específicamente el volumen XIV, no. 3 –, con la presencia de destacados intelectuales y, sobre todo, lectores fervientes.
Como bien expresara el Historiador, “Opus…” es un compendio de propósitos; un compromiso con, fundamentalmente, la gran obra de restauración material y una reafirmación de valores del centro como punto de partida para la ciudad toda: “Cuando flaqueen los muros, están las instituciones y ellas solas tienen el mérito y el valor y la capacidad de poder traspasar las dificultades y mostrarnos como resultado una obra acabada”.
La tarde fue propicia para que el Doctor Leal también se refiriera a la continua restauración de la ciudad. He aquí algunos ejemplos citados: En la Plaza de Armas, el Palacio del Segundo Cabo como centro de interpretación recíproco entre Europa y América, a partir del encuentro de las culturas. El Teatro Martí que abrirá sus puertas en noviembre, después de una restauración ardua, en que son incontables los valores que el teatro contiene y propone. En toda la Avenida del Puerto, hacia el fondo de la Bahía, desde el Castillo de Atarés hasta la Alameda de Paula, se restauran distintos puntos importantes y grandes para la ciudad y el país, destacó Leal.
“También se presenta la revista en el día – puntualizó el Historiador – en que se da a conocer la disposición presidencial por la cual se crea la Red de Ciudades del Patrimonio. Con ella quedan federadas las siete villas fundadas y, al mismo tiempo, se establece una relación que permita incorporar esa red a otras ciudades no fundadas en el siglo XVI, en los años primeros, pero sí de indudables méritos culturales, arquitectónicos, arqueológicos y testimoniales”.
Con la belleza del diseño y la impresión – como nos tiene acostumbrados – llega esta “Opus…”, distinguida en su portada con la obra de la artista de la plástica Mabel Poblet Pujo; específicamente aquella que ha dado en llamar “Desapariencia”. A ella se le dedica, precisamente, el apartado de “El artista y la ciudad”, para – como bien expresa el autor del artículo, Mario Cremata Ferrán – que “al penetrar como espectadores en el peculiar universo creativo de esta joven artista, nos atrapen anhelos, conflictos, desgarros, utopías compartibles… A la espera de gratificaciones, podríamos sucumbir ante la capacidad de seducción que es condición inherente a su obra, por excelencia autorreferencial”.
Igualmente, el Doctor Leal, refiriéndose a esta creadora, expresó: “Me alegro mucho que esté en estas páginas su obra que es, en gran medida, su retrato, y me alegra darle la bienvenida a las páginas de la revista que se enorgullece con eso”.
A otro destacado intelectual están dedicadas varias páginas. No existe ni existirá suficiente espacio para recoger – y a la vez premiar – la magna obra de un incansable promotor cultural; alguien que ha defendido siempre su pasión por la literatura. Pero sin dudas esta entrevista a un maestro de varias generaciones de editores, es un merecido homenaje. Ambrosio Fornet, único profesional que ostenta ambas distinciones – Premio Nacional de Literatura y Premio Nacional de Edición – y sobre todo persona humilde, vuelca su riquísima experiencia que ha dejado huellas imborrables en la historia de la edición de libros y en la escritura de este país.

Fotos: Néstor Martí

Al referirse a Fornet, el Historiador de la Ciudad sentenció que sería imposible para él tratar de trazar un perfil sobre esta personalidad de la cultura cubana y de las letras americanas: “Diría, más bien, que todas las virtudes, al menos para mí; todas las cualidades personales; cualquier confesionalidad o adhesión a un principio o una idea, deben estar siempre fundados en el carácter, en la condición humana de la persona. En este caso, ese hermoso edificio literario y crítico que nos expresa Fornet en su obra, es el resultado de su naturaleza intelectual y espiritual (…) Me alegra presentar también a un intelectual valiente, que ha expresado siempre sus opiniones en el lugar y en el momento adecuados. No es el hombre del susurro, es el hombre de la palabra. Es el hombre que sabe recortar las ideas y que se siente absolutamente comprometido con su tiempo”.
Variadas son las temáticas reunidas en esta “Opus…”: una aproximación a la historia de la estatua habanera de Fernando VII; el acercamiento a la novela inconclusa de Alba de Céspedes – mujer nacida en Italia pero que siempre tuvo a Cuba muy intrincada en sus raíces –; un escrito sobre una de las grandes sorpresas de la pasada edición del Festival Internacional de Ballet de La Habana, del 2012: la vuelta a la escena de nuestra Prima Ballerina Assoluta Alicia Alonso.
Asimismo, nos encontramos con un artículo titulado “A las puertas del amor en Prado”, recorrido por una de las edificaciones recientemente rescatadas y restauradas por la Oficina del Historiador: el antiguo Casino Español de La Habana, hoy Palacio de los Matrimonios de la céntrica avenida capitalina y donde se ha ideado una sala de concierto que se suma a las ya más conocidas de la propia Oficina, la Sala Ignacio Cervantes.
No puede faltar el acostumbrado artículo de costumbre, que se reproduce en cada número, del primer Historiador de la Ciudad de La Habana, el Doctor Emilio Roig de Leuchsenring. “Fidelidad”, así se titula esta especie de crónica, caracterizada una vez más por el fino humor y la idiosincrasia de un genuino cubano.
El breviario – resumen de lo más reciente acontecido en la parte más antigua de la ciudad – corona las páginas de esta nueva “Opus Habana”, cuya presentación estuvo adornada por la actuación del grupo vocal Sine Nomine, el cual interpretó, entre otras piezas, “Pueri hebraeorum” y “Gloria, laus et honor” de Cayetano Pagueras – el más antiguo compositor del que se conservan partituras manuscritas en La Habana que datan de finales del siglo XVIII y principios del XIX– y “Alarmas ciudadanos” de Juan Paris – maestro de capilla de la Catedral de Santiago de Cuba, entre 1805 y 1845; sucesor de Esteban Salas en esa lugar .
Estas obras, sin dudas, son de gran importancia para el archivo musical de la Isla, y han sido recientemente rescatadas por el Gabinete de Patrimonio Musical “Esteban Salas”, de la Dirección de Patrimonio Cultural de la Oficina del Historiador.

Patria es Humanidad

Palabras del Doctor Eusebio Leal Spengler, Historiador de la Ciudad de La Habana, publicadas en las páginas iniciales del nuevo número de “Opus Habana”

En esta ocasión ennoblece nuestra portada la excepcional obra de Mabel Poblet, cuya inspiración, oficio y talento artístico iluminan la revista toda. Joven valor de la visualidad contemporánea, ella subraya la importancia de la belleza, palpitante desde el íntimo espacio de su individualidad.
Ambrosio Fornet, una de las más altas figuras del campo intelectual cubano, deja su testimonio indeleble en la sección “Entrecubanos” con la serenidad y la ponderación con que ha asumido la defensa de las ideas.
Conforman este número otros trabajos necesariamente breves pero de especial significación. Quisiera resaltar las semblanzas consagradas a Delio Carreras y Liborio Noval, dos figuras entrañables para la Oficina del Historiador de La Habana, recientemente fallecidas.
Finalmente, desde estas letras me inclino ante la excelsa bailarina cubana que, como un monumento vivo, encarna la perseverancia de vivir, de fundar, de amar… Ella ha sido esencial y útil, firme y fuerte, sensible y magistral. Con su ejemplaridad, luz interior y poderosa voluntad, Alicia Alonso ha demostrado la utilidad de aquella sentencia de José Martí, Apóstol de Cuba: “Patria es Humanidad”.

Eusebio LealMabel PobletOficina del HistoriadorOpus Habana

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