La Universidad: espacio del sentir y del pensar

enero 5, 2012

El tañido de las campanas rememoró, como cada año, la fundación de una institución símbolo de la nación cubana. A casi tres siglos de erigida, la Real y Pontificia Universidad de La Habana (UH) – cuna del pensamiento y la acción revolucionaria – celebró, este cinco de enero, un nuevo aniversario.
El Aula Magna del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana, sitio escogido por los dominicos para fundar en 1728 el primer Centro de Altos Estudios de la Isla, sirvió de sede nuevamente para este especial momento que más que un acto fue un encuentro – o re-encuentro – entre académicos, profesores, alumnos que han enarbolado el conocimiento como fuente inspiradora y enriquecedora de la acción humana.
Junto a todos, el Rector de la UH y miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Gustavo Cobreiro Suárez; el Historiador de la Ciudad y Maestro Mayor de San Gerónimo, Doctor Eusebio Leal Spengler; el Viceministro primero del Ministerio de Educación Superior, Ricardo Alarcón Ruiz; el Presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), Miguel Barnet, y el Secretario General del Partido Comunista de Cuba en la UH, Abel Fundora Cruz.
El Ministro de Educación Superior, Miguel Díaz Canel, envió un mensaje de felicitación, leído por el Doctor Cobreiro, donde reconocía el papel protagónico de las universidades cubanas en el desarrollo de nuestra sociedad y la necesidad, siempre imperiosa, de trabajar mancomunadamente en el mejoramiento constante de la realidad educativa cubana, de acuerdo con los principios y lineamientos de nuestro Partido.
El Historiador de la Ciudad de La Habana evocó a grandes figuras de la historia patria que dejaron su huella imborrable en nuestra universidad, pues ella, al decir de Leal, es la cuna del pensamiento y de las ideas: “Independientemente de las circunstancias particulares de cada tiempo, la universidad fue eso: un ágora, un espacio de apogeo del sentir y el pensar, y al mismo tiempo una cuna de rebeldías muy tempranas que en el caso de Cuba marca una regularidad en su historia política, en la historia de su juventud y, lógicamente, en la historia de la universidad”.
Sin dudas, subir la escalinata y transitar por cualquiera de estos centros educacionales del país es un período rico, una suerte y una dicha a la cual podemos aspirar todos los cubanos. Esa iniciación perpetua, como bien expresó Leal, es para continuar siempre desciendo con más ciencia, con más sabiduría, con más pensamiento: “Para eso la Universidad no puede ser un espacio quieto, tranquilo (…) En ella se debaten las ideas, se admira el teatro, se escucha la representación y la palabra sabia de los profesores y de los intelectuales (…) A la universidad se arriba, a ella se llega con una formación que está cuajando y tiene que ser la calidad de lo que allí pasa, la batalla que allí se libra, el combate intelectual que allí se ventila, la cultura que allí se respira, el conocimiento de cada tiempo y de cada lugar, lo que convierta a cada muchacho y a cada joven en un hombre recto, preparado, distinguido, luchador y honorable”.
La ocasión fue propicia para entregar la placa conmemorativa 280 Aniversario de la Fundación de la UH a la UNEAC – entidad gestora y custodiadora de la política cultural y la producción artística cubana, y siempre en defensa de nuestra identidad, –, a propuesta de la Facultad de Artes y Letras. Este reconocimiento fue recibido por su Presidente, Miguel Barnet, quien agradeció profundamente esta iniciativa y recordó a grandes nombres de la cultura cubana que pertenecieron a la institución y que también forjaron y contribuyeron a la historia de la universidad, a su “Alma Mater”: “Ojalá los que pertenecemos hoy a la UNEAC seamos dignos de recibir esta distinción que tanto nos honra”.
Además, siete profesores de amplia experiencia y larga trayectoria fueron reconocidos con la categoría de Profesor de Mérito por su dedicación ejemplar durante años a la vida académica y por su reconocido prestigio en el campo de la investigación y la enseñanza. Ellos fueron María del Carmen Barcia. Liliam Judith Moreira, Digna Lázara Castañeda, María Margarita Suárez, Constantino Torres, Armando Chávez y Alberto Prieto.
Sobre los retos y compromisos de la universidad actual y futura, sustentada siempre en los principios, acciones y pensamientos del pasado, se refirió Gustavo Cobreiro Suárez, quien también rememoró algunos nombres y hechos que han dejado su impronta en la historia universitaria. Cobreiro destacó cómo la cifra de estudiantes cada día crece más, así como el hecho de que la extensión o universalización de la educación superior a toda la Isla constituye un hito y una realidad sin precedentes. Pero esos logros marcan, indudablemente, nuevos desafíos en los que se trabajan actualmente para lograr, así, una universidad plena y acorde con nuestra realidad y pensamiento revolucionarios.

El tañido de las campanas rememoró, como cada año, la fundación de una institución símbolo de la nación cubana. A casi tres siglos de erigida, la Real y Pontificia Universidad de La Habana (UH) – cuna del pensamiento y la acción revolucionaria – celebró, este cinco de enero, un nuevo aniversario.
El Aula Magna del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana, sitio escogido por los dominicos para fundar en 1728 el primer Centro de Altos Estudios de la Isla, sirvió de sede nuevamente para este especial momento que más que un acto fue un encuentro – o re-encuentro – entre académicos, profesores, alumnos que han enarbolado el conocimiento como fuente inspiradora y enriquecedora de la acción humana.
Junto a todos, el Rector de la UH y miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, Gustavo Cobreiro Suárez; el Historiador de la Ciudad y Maestro Mayor de San Gerónimo, Doctor Eusebio Leal Spengler; el Viceministro primero del Ministerio de Educación Superior, Ricardo Alarcón Ruiz; el Presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), Miguel Barnet, y el Secretario General del Partido Comunista de Cuba en la UH, Abel Fundora Cruz.
El Ministro de Educación Superior, Miguel Díaz Canel, envió un mensaje de felicitación, leído por el Doctor Cobreiro, donde reconocía el papel protagónico de las universidades cubanas en el desarrollo de nuestra sociedad y la necesidad, siempre imperiosa, de trabajar mancomunadamente en el mejoramiento constante de la realidad educativa cubana, de acuerdo con los principios y lineamientos de nuestro Partido.
El Historiador de la Ciudad de La Habana evocó a grandes figuras de la historia patria que dejaron su huella imborrable en nuestra universidad, pues ella, al decir de Leal, es la cuna del pensamiento y de las ideas: “Independientemente de las circunstancias particulares de cada tiempo, la universidad fue eso: un ágora, un espacio de apogeo del sentir y el pensar, y al mismo tiempo una cuna de rebeldías muy tempranas que en el caso de Cuba marca una regularidad en su historia política, en la historia de su juventud y, lógicamente, en la historia de la universidad”.
Sin dudas, subir la escalinata y transitar por cualquiera de estos centros educacionales del país es un período rico, una suerte y una dicha a la cual podemos aspirar todos los cubanos. Esa iniciación perpetua, como bien expresó Leal, es para continuar siempre desciendo con más ciencia, con más sabiduría, con más pensamiento: “Para eso la Universidad no puede ser un espacio quieto, tranquilo (…) En ella se debaten las ideas, se admira el teatro, se escucha la representación y la palabra sabia de los profesores y de los intelectuales (…) A la universidad se arriba, a ella se llega con una formación que está cuajando y tiene que ser la calidad de lo que allí pasa, la batalla que allí se libra, el combate intelectual que allí se ventila, la cultura que allí se respira, el conocimiento de cada tiempo y de cada lugar, lo que convierta a cada muchacho y a cada joven en un hombre recto, preparado, distinguido, luchador y honorable”.
La ocasión fue propicia para entregar la placa conmemorativa 280 Aniversario de la Fundación de la UH a la UNEAC – entidad gestora y custodiadora de la política cultural y la producción artística cubana, y siempre en defensa de nuestra identidad, –, a propuesta de la Facultad de Artes y Letras. Este reconocimiento fue recibido por su Presidente, Miguel Barnet, quien agradeció profundamente esta iniciativa y recordó a grandes nombres de la cultura cubana que pertenecieron a la institución y que también forjaron y contribuyeron a la historia de la universidad, a su “Alma Mater”: “Ojalá los que pertenecemos hoy a la UNEAC seamos dignos de recibir esta distinción que tanto nos honra”.
Además, siete profesores de amplia experiencia y larga trayectoria fueron reconocidos con la categoría de Profesor de Mérito por su dedicación ejemplar durante años a la vida académica y por su reconocido prestigio en el campo de la investigación y la enseñanza. Ellos fueron María del Carmen Barcia. Liliam Judith Moreira, Digna Lázara Castañeda, María Margarita Suárez, Constantino Torres, Armando Chávez y Alberto Prieto.
Sobre los retos y compromisos de la universidad actual y futura, sustentada siempre en los principios, acciones y pensamientos del pasado, se refirió Gustavo Cobreiro Suárez, quien también rememoró algunos nombres y hechos que han dejado su impronta en la historia universitaria. Cobreiro destacó cómo la cifra de estudiantes cada día crece más, así como el hecho de que la extensión o universalización de la educación superior a toda la Isla constituye un hito y una realidad sin precedentes. Pero esos logros marcan, indudablemente, nuevos desafíos en los que se trabajan actualmente para lograr, así, una universidad plena y acorde con nuestra realidad y pensamiento revolucionarios.

CubaHistoriaLa HabanaTradiciónUniversidad

Compartir

  • imagen
  • imagen
  • imagen
  • imagen
Historiador de la Ciudad de La Habana 2011
Desarrollado con: WordPress | RSS
Válido con: HTML | CSS